This is Spain
~ ANA PARRILLA
«Si quieres ser original, vuelve al origen», sentencia sabiamente el dicho popular. Y eso es lo que vamos a hacer en nuestra búsqueda de etimologías curiosas, volver a los orígenes de la palabra aparentemente muerta que yace sobre la palabra viva hoy en nuestro día a día, despertar de su silencioso sueño a la ‘auténtica palabra’ (pues eso quiere decir etimología en griego: étimos, ‘verdadero’, + logos, ‘palabra’).
En esta ocasión vamos a desentrañar la palabra cesárea. ¿Os habéis preguntado alguna vez por qué llamamos así a la operación para extraer el feto del interior de la madre mediante la sección o corte de la pared abdominal y del útero? Como va a ocurrir en un alto porcentaje de nuestro vocabulario, en su origen está presente Roma y su (nuestro) latín.
Nuestra palabra cesárea procede de César (Caesar en latín). Cuenta la leyenda que Julio César nació a caeso utero (‘del útero cortado’) y que por ello se llamó así. Esta etimología que ponía en relación Caesar con haber nacido por incisión (caesum, ‘corte’) del vientre de su madre la difunde en la Edad Media, entre otros, San Isidoro de Sevilla en sus célebres Etimologías. Pero no parece que así sea, pues la madre del ilustre romano, Aurelia Cota, sobrevivió al parto de su hijo, algo imposible para las mujeres que sufrían una cesárea hasta por lo menos el siglo XVI. La historia nos lleva a buscar en los antepasados de Julio César hasta llegar, siete generaciones atrás, a Numerius Iulius Caesar (siglo III a. C.), el primero de la familia que recibió el cognomen (así llamaban los romanos a nuestro apellido) de Caesar (>César) que hubo de perdurar en la estirpe. Pues bien, este sí que, según atestigua la documentación de Plinio (Naturalis historia), nació a partir de un corte en el vientre de su madre. Por lo tanto, el verbo latino caedere (‘cortar’) en su forma de participio caesum originó el cognomen de aquel que había nacido ‘por vientre cortado’ (a caeso matris utero).
Una vez dicho esto, debemos advertir que nuestra palabra cesárea se empezó a usar en época renacentista (o al menos no tenemos documentación anterior) y deriva de la expresión latina sectio caesarea, ‘corte de César’.
Como curiosidad, de Julio César sí que tenemos hoy otras palabras derivadas en nuestro vocabulario cotidiano: de su nomen Iulius procede el nombre del séptimo mes del año, julio; y de su cognomen Caesar derivan el káiser alemán y el zar ruso. Y es que hay nombres propios que no solo dejan huella en la historia sino también en la lengua.