Con la muerte del papa Francisco, se pone en marcha un protocolo especial establecido por la Iglesia Católica para su entierro y funeral, así como para su sucesión. Tanto sus exequias, como su relevo, son procesos que se suelen prolongar varios días. La elección de un sucesor podría llevar incluso semanas hasta culminar en la famosa fumata blanca, que anuncia el nombramiento del nuevo pontífice. Estas son las claves a tener en cuenta a partir de ahora:
Constatación de la muerte
El rito de la constatación de la muerte del papa Francisco tendrá lugar este lunes a partir de las 20:00 horas en su residencia de la Casa Santa Marta, en cuya capilla será velado. El maestro ceremoniero del Vaticano, Diego Ravelli, ha informado en un comunicado que el féretro será velado en la capilla de su residencia por disposición en vida del pontífice, ya que antes de Francisco esto se hacía en la capilla del Palacio Apostólico.
Esta mañana las campanas de San Pedro tocaron a muerto y el siguiente paso será el rito de la constatación de su fallecimiento, que será dirigido por el cardenal camarlengo estadounidense Kevin Joseph Farrell, esta noche. Todo tendrá lugar en su apartamento de la residencia vaticana Casa Santa Marta, pues desde su elección en 2013 decidió no vivir en el Palacio Apostólico.
Después, se introducirá su cuerpo en el féretro para ser velado en la capilla de su residencia. El maestro ceremoniero ha llamado este lunes a participar en el rito a todos los cardenales, los familiares del pontífice y a otras autoridades vaticanas.
Sede vacante
Una vez que el médico del Vaticano ha confirmado el fallecimiento del papa, comienza la denominada «Sede vacante», el periodo que hay entre que se produce la muerte del pontífice y la elección del siguiente sucesor de San Pedro.
En este tiempo, cesan en el ejercicio de sus cargos los «ministros» del papa, es decir, quienes ocupan funciones en la Curia Romana.
Además, tras la muerte del papa, se colocan dos banderas negras en la plaza de San Pedro —una la parte superior de la basílica y otra en la torre del campanario— y las campanas de la basílica suenan en señal de luto.
¿Cómo es el funeral de un papa?
El papa Francisco dejó por escrito cómo quería que fuera su funeral, más sencillo que otras veces y fiel a su estilo austero. Así, en noviembre de 2024 actualizó lo que establece la Ordo Exsequiarum Romani Pontificis, el libro litúrgico que guía los funerales de los papas, establecido por la Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis, firmada en 1996 por el papa Juan Pablo II.
En concreto, pidió simplificar la celebración de las exequias del obispo de Roma para hacerlo más sencillo y menos recargado, aunque se mantienen las clásicas tres estaciones: en casa del difunto, en la basílica vaticana y en el lugar de sepultura.
Asimismo, el papa Francisco solicitó que, siguiendo el modelo de los funerales de obispos, se elimine el término «Romano Pontífice».
¿Qué ocurre con el cuerpo del papa fallecido?
La constatación de la muerte del papa se realiza en su capilla privada, en lugar de en la habitación. El cuerpo se deposita justo después en un único ataúd de madera con el interior de zinc, antes de ser trasladado directamente a la basílica. Se elimina así la tradición de utilizar tres ataúdes: uno de ciprés, un segundo de plomo y un tercero de roble o de otra de madera como, por ejemplo, de olmo.
En otras ocasiones, el cuerpo del papa se trasladaba a la capilla del Palacio Apostólico, ya que allí residía el pontífice, pero Francisco vive en la residencia de la Casa Santa Marta, por lo que se ha eliminado este paso.
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Otro cambio introducido es el hecho de que el cuerpo del papa Francisco se expondrá directamente en la Basílica de San Pedro en un féretro abierto, pero no en un catafalco —una especie de armazón cubierto con una tela negra que representa un sepulcro— como se venía haciendo hasta ahora. Tampoco se colocará el báculo papal junto al féretro durante esta exposición.
El féretro se cerrará la víspera de la misa exequial. Los textos de la ceremonia de exequias son los mismos que hay en el misal utilizado para el resto de los fieles cristianos. La pretensión del papa Francisco es que el funeral papal se parezca más al de los obispos.
¿Cuánto tiempo dura el velatorio?
Sobre el velatorio, el papa Francisco dejó por escrito que le parecía excesivo que se hicieran dos velatorios, por lo que pidió que se hiciera uno solo, con el cuerpo ya en el ataúd. Se elimina así la tradición de hacer un velatorio privado para altos cargos de la curia, que, en otras ocasiones, se llevaba a cabo antes de la exposición pública.
Según dicta el tomo Ritual Romano, el rito litúrgico a llevar a cabo para el funeral de un papa conlleva un luto oficial de nueve días. El cuerpo será enterrado nunca antes de cuatro días ni más allá de seis días después del fallecimiento.
¿Dónde se le entierra?
Entre las principales novedades con respecto a otros funerales papales se encuentra la petición del papa Francisco de ser enterrado en un lugar distinto a la basílica de San Pedro.
Jorge Mario Bergoglio —el nombre secular del papa— había expresado su deseo de ser enterrado en la basílica de Santa María la Mayor de Roma, que custodia el icono Salus Populi Romani, del que era muy devoto. Allí ya se encuentran las tumbas de otros dos papas: Clemente VIII (fallecido en 1605) y Pablo V (1621).
¿Quién gestiona el Vaticano mientras no hay papa?
Durante el período conocido como «Sede vacante» asume la administración temporal del Vaticano el Colegio Cardenalicio y el cardenal camarlengo, el estadounidense de origen irlandés Kevin Joseph Farrell, quien ha anunciado este lunes la muerte de Francisco. Sin embargo, solo se encargarán de los asuntos ordinarios o inaplazables, así como también de la preparación de lo necesario para la elección del nuevo papa mediante un cónclave.
Durante el tiempo que se encarga el Colegio Cardenalicio de gestionar el Vaticano, el criterio general es el de nihil innovetur, esto es, que no se innove nada.
¿Cómo se elige al nuevo papa?
Normalmente, entre 15 y 20 días tras la muerte del papa, todos los cardenales menores de 80 años son convocados a Roma para participar en la elección del nuevo pontífice en un cónclave. Se reúnen bajo llave (cum-clave: cónclave) en la Capilla Sixtina, en el Vaticano, para elegir al próximo líder de la Iglesia. Se trata del rito católico más mediático, y en él votarán 138 personas de las 252 que forman el Colegio Cardenalicio.
El primer día de cónclave la Basílica de San Pedro acogerá la misa votiva Pro eligendo Papa, celebrada por el decano del Colegio Cardenalicio por la mañana. Esa misma jornada comenzarán las votaciones en la Capilla Sixtina. Hasta la elección del sucesor de Francisco, los cardenales se alojarán en la residencia vaticana Casa de Santa Marta y no tendrán acceso a dispositivos como televisiones, teléfonos o radios.
El papa Francisco renovó el cónclave hacia un mayor aperturismo
Durante el último cónclave, celebrado tras la renuncia de Benedicto XVI en 2013 y que únicamente duró dos días (del 12 al 13 de marzo), el Vaticano prohibió el uso de redes sociales como Twitter a los cardenales electorales bajo pena de excomunión.
Antes de ejercer su derecho a voto, los cardenales electores están obligados a realizar dos juramentos: uno global, comprometiéndose a guardar silencio sobre lo que acontezca dentro de la Capilla Sixtina, y otro individual, aceptando desempeñar fielmente el cargo en caso de ser elegido. Tras esto, se cierran las puertas de la Capilla Sixtina.
El candidato elegido como nuevo papa suele salir del propio Colegio Cardenalicio, aunque no es un requisito indispensable. De hecho, Urbano VI fue seleccionado papa en 1378 cuando era arzobispo de Bari.
¿Cuánto tiempo tarda en elegirse un nuevo papa?
En ese ambiente de clausura, los 138 cardenales participarán en una primera votación llamada ‘de sondeo’. Luego habrá cuatro votaciones diarias: dos por la mañana y dos por la tarde, así hasta que un candidato reciba dos tercios de los votos. Uno por uno, procesionarán hasta el fresco del Juicio Final de Miguel Ángel mientras pronuncian una oración y dejarán caer su papeleta, doblada dos veces, en un gran cáliz.
Una vez ha terminado la votación, se produce el escrutinio de los votos en tres fases: la mezcla y el recuento de las papeletas, el escrutinio propiamente dicho y la revisión de los resultados. En la primera de ellas, se remueven las papeletas en una urna y luego se extraen de manera visible, una a una, para ser colocadas en otro recipiente vacío. Si el número de papeletas no corresponde al de electores, son quemadas y se procede a otra votación, pero, si es correcto, se pasa al escrutinio.
Durante el escrutinio, los tres cardenales elegidos, en cadena, abren las papeletas, observan el nombre, las leen en voz alta y anotan dicho nombre. Cada voto escrutado es perforado con una aguja y cosido unos a otros para ser conservados con más seguridad. Si nadie recibe los dos tercios necesarios de los votos, las papeletas se queman con una mezcla de productos químicos para producir humo negro.
Por el contrario, cuando un cardenal sí cuenta con el apoyo imprescindible, el decano del Colegio Cardenalicio le preguntará si acepta su elección. Si efectivamente acepta el cargo, el cardenal elegirá un nombre papal y se pondrá las vestiduras papales antes de salir al balcón de la Basílica de San Pedro.
Las papeletas de la ronda final se quemarán entonces con otros productos químicos para que produzcan humo blanco y contar así al mundo el éxito de la elección. Tras esto, el cardenal diácono senior anunciará desde el balcón de San Pedro Habemus Papam («Tenemos un papa»), antes de que el nuevo soberano haga su primera aparición pública y bendiga la ciudad de Roma.
¿Qué pasa si no se alcanza un acuerdo?
Si tras tres días de cónclave y 12 votaciones no se ha llegado a un acuerdo sobre el nuevo papa, se prevé un receso de al menos un día para reflexionar. También habrá un descanso similar si no hay sucesor después de 19 votaciones.
Asimismo, para evitar el bloqueo, las normas establecidas por Juan Pablo II en 1996 y luego modificadas por Benedicto XVI en 2007, introdujeron un cambio al permitir que, si se llega a la votación número 34 y ninguno de los candidatos ha conseguido un apoyo de dos tercios de los cardenales, se limite la lista a los dos más votados anteriormente.
En el caso de Benedicto XVI, solo se precisaron cuatro votaciones para lograr el acuerdo, ya que el cardenal Joseph Ratzinger se convirtió en papa el 19 de abril de 2005, un día después del comienzo del cónclave. Sucedió lo mismo con la elección del fallecido papa Francisco, quien fue elegido tras la quinta votación, en la tarde del 13 de marzo de 2013.
¿Cuántas veces ha habido un cónclave en la historia?
Desde 1276, las elecciones papales se han realizado mediante cónclaves, que sigue unas normas y procedimientos establecidos en la bula Ubi periculum, promulgada por Gregorio X, y desarrollada por bulas posteriores. Anteriormente el papa era elegido por el clero y el pueblo romano.
Hasta ahora se han celebrado 75 cónclaves, siendo el último el celebrado en 2013, cuando Jorge Mario Bergoglio fue elegido como Francisco, sucediendo a Benedicto XVI.
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