Suite Infomación. Redacción Ginebra. 17 septiembre 2023.- Mulay Abba Buzeid, el azote del Polisario. El 17 de junio de 2019 se produjeron uno de los hechos más reprobable en los campamentos de Tinduf, para colmo ente la presencia del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los refugiados en Rabuni, fue el secuestro, por parte del movimiento armado Frente Polisario de Mulay Abba Buzeid, uno de los coordinadores de la “Iniciativa Saharaui para el Cambio”, activista político y opositor desde 2010 al Polisario. Ha sido objeto de persecución, encarcelamiento y amenazas. por parte de las fuerzas de represión del movimiento armado.
Mulay nace en junio 1975 en las afueras de la región de Ain Bentili en el Sáhara bajo administración española, pocos meses después de su nacimiento deja la administración española, su familia se trasladó a los campos de Tinduf.
Mulay Abba Buzeid, su infancia
Estudió en los campos durante su infancia y continuó su estudios en Libia. Al cumplir los 20 años y tres meses, un 14 de octubre de 1995, se alistó en las filas de la milicia del Polisario, dueño y señor de los campos: “Creímos que el Polisario era nuestro estado y se hacía llamar República Saharaui, con un presidente, un gobierno, ministros e instituciones que tienen un área geográfica en el territorio argelino que gestionan y donde recogen a los refugiados saharauis, haciéndose cargo de distribuir toda la ayuda humanitaria y el dinero. En resumen, gestionan lo que se puede llamar autogobierno en esa parte de Tinduf, Argelia”.
“Yo creía firmemente en el movimiento Polisario como movimiento de liberación que busca liberar la tierra y al ser humano y concederles sus derechos como seres humanos. Sin embargo, a través de mi participación en su milicia y el trato con sus diversas instituciones, el movimiento Polisario me apareció un sistema integrado de ladrones, villanos, tiranos y señores de la guerra. Nos usaban como esclavos, y sus líderes se consideraban a sí mismos, y a sus hijos y a sus familiares como nuestros amos. Lo que me hizo intentar moverme dentro del sistema y expresar lo que tenía en mente”.
Consciencia democrática
Al principio Mulay Abba Buzeid, junto a un grupo de jóvenes intentaron oponerse a las violaciones, la corrupción y a las desigualdades desde dentro de las instituciones del movimiento, y discutían de todo, importante y no, en las reuniones del movimiento, sin que el Polisario decidiera hacer ningún cambio o reforma.
Cada día era más consciente de la persistencia en restringir las libertades e impedir cualquier participación política, además de la corrupción, y en robar la ayuda alimentaria, medicinas, tiendas de campaña, electrodomésticos y todos los recursos dirigidos a nuestras familias desde los países donantes, el Programa Mundial de Alimentos, la Organización de Ayuda a los Refugiados y otras organizaciones internacionales y venderlo todo en los países vecinos, para que los dirigentes del Polisario, sus jefes y sus familiares puedan construir palacios en los países vecinos y en Tinduf, Argelia. Con ello compran villas en Europa, coches, establecen proyectos personales importantes, compran rebaños de ganado y viven una vida lujosa mientras nosotros luchamos por llegar a fin de mes.
Después de años de actividad y sensibilización, este grupo de jóvenes, con un grupo aún más numeroso de jóvenes, se atrevieron a salir a manifestarse frente a la sede de la Secretaría General del Polisario. La manifestación fue el 5 de marzo de 2011, y desde ese momento, fueron perseguidos por las fuerzas públicas polisarias y arrestados por un período corto bajo la acusación de ser “agentes marroquíes”. Acusación normalizada por el polisario: quién está en su contra, es agente de algún enemigo.
Oposición y activismo
A partir de ahí comenzó su oposición al Polisario. Su lucha se expandió a medida que distribuían panfletos y propaganda como medio de concienciación, además de manifestarse y tratar de ganar más seguidores. También confiaron en los blogs y Facebook, que era vista por la élite educada en ese momento. También utilizaron la revista Futuro Saharawi, una revista reformista fundada en el año 1999 y que apoya las libertades. Mulay Abba Buzeid estuvo entre sus fundadores, pero trabajó en ella como corresponsal, ello trajo muchas restricciones. Entre sus actividades también incluían contactar por correo electrónico con organizaciones internacionales de derechos humanos para defender derechos y libertad de expresión sobre lo que sufren en esas tierras áridas. Sus folletos pedían más libertades, participación política, justicia social y lucha contra la corrupción, de ahí se pasó a exigir la caída del movimiento polisario.
El régimen del Polisario logró debilitar el movimiento con tácticas como la seducción o la intimidación. Muchos jóvenes que participaban en las protestas se dispersaron mientras que Mulay Abba Buzeid y cinco o seis continuaron creando conciencia entre los refugiados, y organizando manifestaciones que, aunque pudieron parecer débiles, servían para concienciar a la población. Mulay logró enviar un mensaje claro al régimen: “tenemos derecho y que estamos decididos a defenderlo”.
Represión sin fin
Sufrió mucho por los encarcelamientos, acosos, difamación, amenazas, persecución, censura y acoso laboral entre otras muchas tácticas propias de movimientos totalitarios. A pesar de todo, y a que muchos de muchos compañeros se dispersaron por codicia o miedo, a pesar de que aquellos que permanecieron firmes en la oposición junto a él lo hicieron de forma tímida y gran cautela. A pesar de todas las presiones, me siempre se siente orgulloso de ser el más atrevido de sus compañeros, al punto que la gente empezó a llamarle “Voz de la Verdad” y “bestia negra del Sistema”.
Desde 2011, todos los residentes del campo han confiado en su voz para plantear sus problemas y convertirlos en un tema de opinión pública. Las personas de color han buscado su ayuda para plantear cuestiones de racismo y las mujeres para exigir sus derechos de igualdad. Zonas donde la sed es mortal durante los calurosos veranos, le han pedido ayuda para abordar el problema con las autoridades, o para criticar el débil rendimiento académico de sus hijos.
Incluso combatientes del Polisario le han pedido ayuda para presentar sus problemas y convertirlos en un tema de opinión pública. Habló y denunció la desaparición forzosa de Khalil Ahmed, la falta de tratamiento médico y un largo etcétera hasta convertirse en el “hombre del saco” que asustaba al régimen.
La lucha continúa
En 2013, fue arrestado por intentar entregar un mensaje al enviado de la ONU a cargo del Sáhara, el Sr. Christopher Ross. Se atrevieron a arrestarlo frente al representante de la ONU sin pudor alguno. Le golpearon y torturaron en el Centro Nacional de Gendarmería del Polisario. Esta historia fue publicada en un informe de Human Rights Watch en su sitio web en un informe titulado “Fuera del radar” por el que los delegados de la organización conocieron su caso y escribieron sobre el arresto en ese momento.
Se unió a todos los movimientos contra el régimen del Polisario y en el verano de 2017 encabezó grandes manifestaciones contra la falta de agua y sus responsables, ya que la sed casi provocó una gran catástrofe humanitaria. Aquella acción le acarreó una nueva detención, que duró dos días en un centro secreto. A finales de 2017, algunos líderes del Polisario anunciaron su disidencia y establecieron un nuevo movimiento llamado “Iniciativa Saharaui para el Cambio”. Mulay Abba Buzeid se unió a ese movimiento y se convirtió en un miembro destacado del mismo.
En 2019 las restricciones a la libertad de movimiento en los campos aumentaron, por lo que un grupo de jóvenes y camioneros se pusieron en contacto con Mulay quejándose del problema y lo difundieron de forma repetida en los medios y redes sociales, pero sin éxito.
El régimen acababa de cambiar con la muerte del Presidente del Polisario Mohamed Abdel Aziz y el ascenso de Brahim Ghali. El nuevo régimen era aun más cruel. El Ministro del Interior era el dictador Mustafa Sayed al-Bashir, y por eso se planteó la cuestión de que los medios de comunicación no servían de nada. A partir de ese momento animó a los jóvenes y camioneros a manifestarse por la libertad de de movimiento, estuvieron de acuerdo.
Eran un grupo grande de jóvenes y trabajadores. Salieron en grandes manifestaciones que duraron más de un mes seguido confundiendo a los nuevos tiranos. Esto puso de nuevo en marcha la máquina de la represión, y las fuerzas del Polisario intervinieron con tanques el 27 de abril de 2019 arrestando a 16 jóvenes. Mulay cubrió de forma diario la información de los arrestos y filtró las noticias y audios desde el interior de la prisión, a pesar de las restricciones, los defendió hasta que 11 detenidos fueron liberados. Siguió defendiendo al resto hasta que fueron liberados todos, pero el precio de ello fue que el Polisario decidió arrestarlo. Empezó, táctica usual del Polisario, a recibir llamadas de teléfono de los milicianos con amenazas de muerte y tortura por sus actividades. Estas amenazas fueron hechas en mayo de 2019 porque al hace público la brutal represión a la que fueron sometidos sus compañeros.
Denuncias internacionales
Presentó una denuncia ante la oficina de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados en los campos de Tinduf y pidió protección (expediente en esta oficina desde el 11 de octubre de 2011, y con anterioridad, había presentado más de una denuncia pidiendo protección en vano). Después de esa denuncia, la empleada de la oficina le dijo que “el Polisario había prohibido el acceso a su oficina”; le pidieron que me presentara frente a la sede de la organización, donde le entregarían un recibo por su denuncia, pero tuvo miedo de que le arrestaran en el camino, así que no fue y se contentó con escribir sin moverme de Smara, donde vive, para escribir sobre todo lo relacionado con la restricción de la libertad de movimiento.
Siguió cubriendo los acontecimientos en los medios de comunicación, mientras seguía escribiendo sobre corrupción y a veces haciendo transmisiones en vivo. Lo que empeoró las cosas fue la denuncia de una corruptela del Ministra de Aguas del Polisario, cercana a su presidente, Brahim Ghali. Fue un escándalo sonoro con pruebas. Aumentaron las amenazas. Le hicieron llegar el aviso de que su arresto era sólo cuestión de tiempo con la petición expresa a que “escapara”, pero siguió sin comparecer, es más organizó otra manifestación con otros compañeros para exigir reformas.
El régimen del Polisario los sorprendió el 13 de junio de 2019. Logró escapar ese día pero fue arrestado en otra manifestación frente a la Organización de Ayuda a los Refugiados el 17 de junio de 2019, y lo internaron en una prisión secreta. Su familia intentó visitarlo y nombrarle un abogado, pero el Polisario les mentía diciendo que había sido liberado.
Otros dos blogueros fueron arrestados y encarcelados junto a Mulay Abba Buzeid, Mahmoud Zidane y El Fadel Brika. Después de 11 días en la prisión secreta, los trasladaron a la prisión normal y anunciaron otro clásico del polisario: “que formaban parte de una red de espionaje”. El fiscal tenía un expediente de acusación, con alrededor de 10 cargos, incluido espionaje, actuar para un país enemigo del Polisario y alta traición.
Acusaciones que podrían haberlos llevado a la horca si no hubiera sido por la presión de las organizaciones de derechos humanos como la Human Rights Watch, que escribió pidiendo nuestra liberación y la presión de las tribus a las que pertenecen. Fueron liberados el 10 de noviembre de 2019 tras ser absueltos, el juez los absolvió porque no había pruebas para condenarnos. El juez pagó el precio de la absolución, ya que fue excluido para siempre del poder judicial.
Continuaron las amenazas por parte de líderes que volvieron amenazarlo con ser arrestado ya que sus compañeros de prisión llevaron el caso ante el Consejo de Derechos Humanos, y el Consejo emitió un memorando exigiendo que Argelia no delegara la autoridad sobre su territorio al Frente Polisario.
El 15 de junio de 2021 salió de los campamentos rumbo a Mauritania y obtuvo el visado el 19 de septiembre para España donde llegó el 21 de septiembre de 2022 para asistir a un foro intelectual organizado por un movimiento de oposición al Polisario (Saharauis por la Paz) en Canarias, después estuvo tres meses en España y prestó declaración en un juzgado de Madrid en el caso de El Fadil Brika encarcelado y torturado el 14 de noviembre de 2022. Desde el 3 de enero de 2023, reside en Burdeos, y donde se encuentra tras solicitar el asilo político.
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