Felipe De Jesús Estrada Ramírez
Un 23 de Abril en 1564,
nace el dramaturgo y poeta británico
William Shakespeare.

Y el 23 de Abril pero de 1616
Fallece el novelista, poeta
y dramaturgo español
Miguel de Cervantes Saavedra,
dos de los más grandes
literatos universales…
Felipe de Jesús Estrada Ramírez.
Cronista de la Ciudad…
Frases de Shakespeare:
1 «Procurando lo mejor estropeamos a menudo lo que está bien.»
2 «Los viejos desconfían de la juventud porque han sido jóvenes.»
3 «En un minuto hay muchos días.»
4 «El que muere paga todas sus deudas.»
5 «Es mejor ser rey de tu silencio que esclavo de tus palabras.»
6 «La memoria es el centinela del cerebro.»
7 «Si dos cabalgan en un caballo, uno debe ir detrás.»
8 «No ensucies la fuente donde has apagado tu sed.»
9 «Las valiosas presas convierten en ladrones a los hombres honrados.»
10 «No basta levantar al débil, hay que sostenerlo después.»
William Shakespeare nació el 23 de abril del año 1564 en Stratford-upon-Avon, Warwickshire (Inglaterra).
Era hijo de un comerciante llamado John Shakespeare, quien también trabajaba como concejal en el ayuntamiento, y de una mujer de adinerada y católica familia llamada Mary Arden.
Tenía siete hermanos, siendo William el tercer hijo del matrimonio Shakespeare por orden cronológico y el varón de mayor edad. De la primera etapa de su vida poco se conoce. Se afirma que tuvo que abandonar sus estudios para ayudar económicamente a su familia tras el fracaso en los negocios de guantes de su padre, llegando a trabajar en su adolescencia como aprendiz en una carnicería.
En 1582, cuando tenía 18 años de edad, conoció a Anne Hathaway (nacida en 1556), la hija de un granjero de su localidad ocho años mayor que William.
Tras mantener relaciones sexuales y quedar Anne embarazada de su hija Susannah (nacida en el año 1883), tuvieron que contraer matrimonio ese mismo año. La pareja tuvo dos hijos más, los mellizos Judith y Hamnet (1885).
En el año 1588, William se trasladó a Londres junto a su esposa con la intención de convertirse en actor y escritor.
Para ello se unió al grupo teatral The Chamberlain’s Men, posteriormente rebautizado como The King’s Men, con los que actuó en los teatros The Globe Theater y Blackfrias.
En esos momentos estaba bajo el mecenazgo del joven y atractivo Henry Wriothesley, Duque de Southampton, del que algunas fuentes afirman que mantenía relaciones amorosas, insinuando una bisexualidad no confirmada.
Su vida social fue bastante agitada, estrechando relación con los escritores Christopher Marlowe, Ben Johnson, Robert Greene o Richard Burbage.
La obra de William Shakespere se caracteriza por su dominio de la estructura escénica y del lenguaje literario, sea en prosa o poesía; por la penetración psicológica de sus personajes; y por su captación y entendimiento de las emociones del ser humano.


Esta capacidad intelectual en un hombre aparentemente poco ilustrado académicamente (no se conserva ninguna carta ni manuscrito) ha hecho correr numerosa tinta sobre la verdadera identidad del autor de las obras firmadas por Shakespeare, afirmando algunos estudiosos que el responsable de las obras podría haber sido el filósofo Francis Bacon o un conde de Oxford llamado Edward De Bere.
La significación del autor, fuese Shakespeare o no, viene determinada por sus obras teatrales iniciadas con los dramas históricos “Enrique VI” (1589-1592) y “Ricardo III” (1593).
Posteriormente regresó a los temas sobre la Historia de Inglaterra con “Ricardo II” (1595), “Enrique IV” (1597), “Enrique V” (1598) y “Enrique VIII” (1613), este último libro escrito en colaboración con John Fletcher.
La carrera como dramaturgo de William Shakespeare se complementa con su trabajo poético en libros como “Venus y Adonis” (1593), “La Violación De Lucrecia” (1594) o “Sonetos” (1609).
Frases de Miguel de Cervantes Saaavedra:
1. En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme…
2. ¿Qué locura o desatino me lleva a contar las ajenas faltas, teniendo tanto que decir de las mías?
3. Más vale la pena en el rostro que la mancha en el corazón
4. La abundancia de las cosas, aunque sean buenas, hace que no se estimen, y la carestía, aún de las malas, se estima en algo
5. Ayer lloraba el que hoy ríe y hoy llora el que ayer rió
6. Hacer bien a villanos es echar agua en el mar.
7. Amor y deseo son dos cosas diferentes; que no todo lo que se ama se desea, ni todo lo que se desea se ama
8. Si los celos son señales de amor, es como la calentura en el hombre enfermo: que el tenerla es señal de tener vida, pero vida enferma y mal dispuesta
9. La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierran la tierra y el mar: por la libertad, así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida
10. Una retirada no es una derrota
11. Promesas de enamorados, por la mayor parte son ligeras de prometer y muy pesadas de cumplir
Miguel de Cervantes y Saavedra nació en Alcalá de Henares el 29 de septiembre de 1547 y fue bautizado el 9 de octubre en la iglesia parroquial de Santa María la Mayor. Era el cuarto hijo del matrimonio del hidalgo Rodrigo de Cervantes con Leonor de Cortinas. El padre era cirujano-barbero, profesión de escasos ingresos y baja consideración social, la familia se trasladó a Valladolid pero las deudas contraídas llevaron al padre a la cárcel y provocaron el embargo de todos sus bienes. En 1566 se establecieron en Madrid, donde el joven Cervantes inició su carrera literaria gracias a Alonso Getino de Guzmán, organizador de espectáculos de la capital con quien su padre tenía negocios. En 1568 estudió con Juan López de Hoyos. En estos años, el joven Cervantes debió estar en contacto y mantener amistad con poetas como Pedro Laynez o Gálvez de Montalvo.
En 1569 se instaló en Roma al servicio del cardenal Giulio Acquaviva, donde tuvo la ocasión de familiarizarse con la literatura italiana del momento. Se sospecha que la causa por la que se traslada a Roma es una provisión real, encontrada en el siglo XIX en el Archivo de Simancas y fechada en septiembre de 1569, en la que se ordenaba el apresamiento de un joven estudiante de igual nombre, por haber herido en duelo al maestro de obras Antonio de Sigura. Según el contenido del documento, el culpable fue condenado en rebeldía a que le cortaran públicamente la mano y a ser desterrado del Reino por diez años.
Cervantes abandonó el ambiente pontificio en 1570 para entrar en el servicio militar. Se alistó primero en Nápoles a las órdenes de Álvaro de Sande para sentar plaza en la compañía de Diego de Urbina, del tercio de don Miguel de Moncada, bajo cuyas órdenes se embarcaría en la galera “Marquesa”, junto con su hermano Rodrigo, para combatir, el 7 de octubre de 1571, en la batalla naval de Lepanto. Recuperado de sus heridas, en 1572 se incorporó a la compañía de don Manuel Ponce de León, del tercio de don Lope de Figueroa, dispuesto a seguir como soldado, pese a tener una mano lisiada. Participó en diversas campañas militares en los años siguientes. En 1575 embarcó en Nápoles, junto con su hermano Rodrigo, en una flotilla de cuatro galeras que partieron rumbo a Barcelona, con tan mala suerte que una tempestad las dispersa y la nave “El Sol”, en la que viajaban Cervantes y su hermano, fue apresada frente a las costas catalanas por unos corsarios. Los cautivos fueron conducidos a Argel y Miguel de Cervantes cayó en manos de Dalí Mamí, apodado “El Cojo”, quien, a la vista de las cartas de recomendación del prisionero, firmadas por el gran capitán mediterráneo Juan de Austria, fija su rescate en quinientos escudos de oro, cantidad prácticamente inalcanzable para su familia, por lo que se vería obligado a permanecer en cautiverio durante cinco años.
La idea de libertad alimentaría numerosas páginas de sus obras, desde La Galatea al Persiles, pasando por El capitán cautivo del primer Quijote, y sin olvidar El trato de Argel ni Los baños de Argel. Cervantes intentó fugarse en numerosas ocasiones sin éxito, hasta que el 19 de septiembre de 1580 los trinitarios fray Juan Gil y fray Antón de la Bella, con las monedas obtenidas de sus recorridos pedigüeños por la geografía española, pagaron el rescate y Cervantes quedó en libertad. El 27 de octubre llegó a las costas españolas.
Cervantes pretendió largo tiempo algún puesto oficial, especialmente en América, pero le fue denegada y nunca le fueron recompensados sus méritos militares.
Dedicado de lleno a las letras, en el mundo literario del Madrid de finales del siglo XVI, fue amigo de las más altas plumas de la época: Laýnez, Figueroa, Padilla… y se dedica a redactar La Galatea (donde figuran como personajes buena parte de estos autores), que vería la luz en Alcalá de Henares, en 1585, y su obra literaria está muy ligada al teatro y al desarrollo de los corrales de comedias.


En 1584 Cervantes mantuvo relaciones con Ana de Villafranca, o Ana Franca de Rojas y tuvo su única hija: Isabel de Saavedra. Pero contraería matrimonio con Catalina de Salazar.
Desde 1587 hasta 1594 se instaló en Sevilla donde, al fin, obtuvo, por mediación de Diego de Valdivia, el cargo de comisario real de abastos para la Armada Invencible. Más tarde sería encargado de recaudar las tasas atrasadas en Granada, cargo que lo llevará a un constante viaje por las aldeas del sur y a algunos problemas judiciales que terminan con breves encarcelamientos. En 1604 volvió a instalarse en Valladolid.
A principios de 1605, de forma un tanto precipitada, ve la luz El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, dirigido al duque de Béjar, en la imprenta madrileña de Juan de la Cuesta, a costa de Francisco de Robles, con un éxito inmediato y varias ediciones piratas (en Lisboa, Valencia y Zaragoza), por lo que Juan de la Cuesta publicó la segunda edición al poco tiempo. Cervantes vendió su obra por 1.500 reales y la tirada inicial fue de uno 1.600 ejemplares, que se vendían a 290,5 maravedíes. Este éxito se vería empañado por un nuevo encarcelamiento, ordenado sediciosamente por el alcalde Villarroel, motivado por el asesinato de Gaspar de Ezpeleta a las puertas de la casa de los Cervantes. En 1606 viajó de nuevo y se quedó a vivir en Madrid. En julio de 1613, Cervantes ingresó como novicio en la Orden Tercera de San Francisco. Murió de hidropesía en Madrid el 23 de abril de 1616.
Fue poeta, novelista y dramaturgo. Miguel de Cervantes Saavedra cultivó, pero a su original modo, los géneros narrativos habituales en la segunda mitad del siglo XVI: la novela bizantina, la novela pastoril, la novela picaresca, la novela morisca, la sátira lucianesca, la miscelánea. Renovó un género, la novella, que se entendía entonces a la italiana como relato breve, exento de retórica y de mayor trascendencia. La historia lo ha considerado como el más grande escritor español de todos los tiempos, y uno de los mejores escritores universales. Su obra más conocida, El Quijote de la Mancha, ha trascendido todas las fronteras y todas las culturas.



