

El proyecto fue continuado por los reyes sucesores, destacando las ampliaciones realizadas por Carlos III, que adquirió la colección de Jaime Masones y mandó instalar en la armería todas las armas y objetos militares repartidos por las dependencias del Real Patrimonio, y por Carlos IV, quien encargó diversidad de piezas a los armeros de la época para incluirlas en la colección. La colección reúne las armas personales de los reyes de España, y además alberga trofeos militares y presentes diplomáticos, que se mezclan entre tapices, cuadros y otras obras de arte.
Dentro de las piezas más destacables de la colección destaca la armadura y aperos completos que el emperador Carlos V empleó en la batalla de Mühlberg, y con los cuales fue retratado por Tiziano en el conocido retrato ecuestre custodiado en el Museo del Prado. Además, alberga otras piezas de armeros españoles como Eusebio Zuloaga. Fuente: Real Armería de Madrid