“No llores por mi Argentina…”
“Si me preguntasen qué prefiero,
mi respuesta no tardaría en salir de mí:
me gusta más mi nombre de pueblo.
Cuando un pibe me nombra “Evita”
me siento madre de todos los pibes
y de todos los débiles y humildes de mi tierra.
Cuando un obrero me llama “Evita”
me siento con gusto “compañera”
de todos los hombres.”
(Fragmento del libro “La razón de mi vida escrito por Eva Perón en 1951)
La Crónica Nuestra de Cada Día:
Felipe de Jesús Estrada Ramírez.
Cronista de la Ciudad…
Una mujer ejemplar, líder política y Jefa Espiritual de América dedicada a la lucha por la justicia social…
Eva Perón falleció con tan sólo 33 años y sin dejar hijos, por ocasión de un cáncer de útero. El dolor popular no la abandonó en un duelo que no sólo duró 15 días; aún hoy lloramos su ausencia…
María Eva Duarte nació en el pueblo de Los Toldos, provincia de Buenos Aires, el 7 de mayo de 1919. Su madre fue Juana Ibarguren, y su padre Juan Duarte, quien falleció cuando Evita tenía seis o siete años, tuvo Evita cuatro hermanos que formaban la familia. Al morir su padre se trasladaron a la ciudad de Junín, donde Eva permaneció hasta 1935.
Evita no pudo quedarse en un pueblo pequeño y con tan sólo 15 años, decide mudarse a Buenos Aires buscó convertirse en actriz. Sola, sin recursos ni educación, se enfrenta con un mundo hostil y duro, pero triunfa y llega a ser actriz, su rostro empezaba a salir en las portadas de las principales revistas y diarios. Dirige un programa de radio muy escuchado.
En enero de 1944, María Eva Duarte conoce al coronel Juan Domingo Perón en un festival que la comunidad artística realizaba en beneficio de las víctimas de un terremoto que había destruido la ciudad andina de San Juan pocos días antes. En el mes siguiente, ya vivían juntos y dos años más tarde regularizaron la relación, contrayendo matrimonio en una ceremonia íntima y que no hicieron pública. En febrero de 1946, tras una campaña electoral en que la presencia de Evita fue determinante, Perón es electo presidente de la Argentina.
La oposición dirigió hacia Evita la antipatía y el rechazo que sentían por Perón. El ascenso vertiginoso de “esa mujer” de orígenes humildes, pasado dudoso y de tan sólo 27 años fue para algunos argentinos un motivo de repudio y odio.
Eva Perón, como Primera Dama desarrolló un trabajo intenso, tanto en el aspecto político como en el social. En cuanto a la política, trabajó intensamente para obtener el voto femenino y fue organizadora y fundadora de la rama femenina del peronismo. Esta organización se formó reclutando mujeres de distintas extracciones sociales por todo el país.
En el aspecto social, su trabajo se desarrolló en la Fundación Eva Perón, mantenida por donaciones de empresarios y de los propios trabajadores. Creó hospitales, hogares para ancianos y madres solteras, dos policlínicos, escuelas e incluso una Ciudad Infantil. Durante el año, brindaba asistencia a los necesitados y organizaba torneos deportivos infantiles y juveniles. Su popularidad, tenía su origen auténtico y conectaba con los sindicalistas y a su gran facilidad de palabra y carisma para conectarse con las masas trabajadoras, a quienes les llamaba sus “descamisados”. En contradicción, o no, con su arduo trabajo social, Eva Perón se convirtió además en un indiscutible ícono de la moda durante su corta vida pública. Aunque el rodete bajo y los labios rojos hayan sido su «marca registrada», el estilo de Evita también incluía vestidos exuberantes, lujosos tapados de piel, joyas carísimas y más de 300 pares de zapatos. Fue clienta fiel de las principales casas de alta costura de Buenos Aires de la época y también del estilista francés Christian Dior, quien llegó a afirmar: “La única reina que vestí fue Eva Perón”.
Jefa Espiritual de la Nación, Perón dedicó su vida a brindar ayuda a los más necesitados, como a los ancianos, las madres soleteras y a los niños, a través de la Fundación Eva Perón y el Partido Peronista Femenino. En 1951, cuando se realizaron las primeras elecciones presidenciales con sufragio universal, el movimiento obrero propuso a Evita como compañera de fórmula de Perón, como candidata a vicepresidenta. Sin embargo, ella renunció a la candidatura el 31 de agosto en el día conocido como el «Día del Renunciamiento», debido a la presiones de los grupos opositores al gobierno, a las luchas internas dentro del peronismo y al cáncer de cuello de útero que tenía diagnosticado desde 1950, el cual se había agudizado… Escribió dos libros: La razón de mi vida (1951) y Mi mensaje (1952).
Recordemos a Eva Perón por sus frases:
«Yo no me dejé arrancar el alma que traje de la calle, por eso no me deslumbró jamás la grandeza del poder y pude ver sus miserias. Por eso nunca me olvidé de las miserias de mi pueblo y pude ver sus grandezas.»
“El capitalismo foráneo y sus sirvientes oligárquicos y entreguistas han podido comprobar que no hay fuerza capaz de doblegar a un pueblo que tiene conciencia de sus derechos.”
«Donde existe una necesidad nace un derecho.»
“Ha llegado la hora de la mujer que comparte una causa pública y ha muerto la hora de la mujer como valor inerte y numérico dentro de la sociedad. Ha llegado la hora de la mujer que piensa, juzga, rechaza o acepta, y ha muerto la hora de la mujer que asiste, atada e impotente, a la caprichosa elaboración política de los destinos de su país, que es, en definitiva, el destino de su hogar. Ha llegado la hora de la mujer argentina, íntegramente mujer en el goce paralelo de deberes y derechos comunes a todo ser humano que trabaja, y ha muerto la hora de la mujer compañera ocasional y colaboradora ínfima. Ha llegado, en síntesis, la hora de la mujer argentina redimida del tutelaje social, y ha muerto la hora de la mujer relegada a la más precaria tangencia con el verdadero mundo dinámico de la vida moderna.”
«De nada valdría un movimiento femenino en un mundo sin justicia social.»
«Queremos una Argentina pacífica, poderosa y soberana y una masa de trabajadores unida y feliz como ninguna en el mundo. Queremos el bienestar de los trabajadores, la dignificación de los humildes y la grandeza de esta patria que Perón nos ha dado y que todos debemos defender como la más justa, la más libre y la más soberana de la Tierra.»
«Sangra tanto el corazón del que pide, que hay que correr y dar, sin esperar.»
“Como mujer siento en el alma la cálida ternura del pueblo de donde vine y a quien me debo.”
«Lo único que debemos hacer es adquirir plena conciencia del poder que poseemos y no olvidarnos de que nadie puede hacer nada sin el pueblo, que nadie puede hacer tampoco nada que no quiera el pueblo. ¡Sólo basta que los pueblos nos decidamos a ser dueños de nuestros propios destinos! Todo lo demás es cuestión de enfrentar al destino.»