La final de la Copa del Rey que jugarán el próximo sábado en el estadio de La Cartuja el Betis y el Valencia tendrá un impacto económico global en la ciudad de Sevilla de unos 45 millones de euros desde este viernes y hasta el próximo domingo, según cálculos facilitados a EFE por el Ayuntamiento hispalense.
Con una ocupación hotelera que ronda el 85%, similar a la registrada en la recién terminada Semana Santa, Sevilla calienta ya motores económicos para recibir a más de veinte mil valencianistas con entrada, además de los que se desplacen para el partido sin acceso a La Cartuja.
Además de los diez vuelos directos desde la capital del Turia, con 1.400 asientos, el que Valencia tenga vacaciones escolares durante esta semana y sea festivo el lunes en diferentes municipios de la provincia ha facilitado que muchos grupos se hayan organizado para acudir en coches particulares, furgonetas o caravanas.
Renfe ha programado, además, ocho trenes especiales entre la capital valenciana y Sevilla con cabida para unos 2.500 seguidores, que también llegarán a Sevilla en autobús y dos vuelos especiales organizados por Air Nostrum, que se suman a los 132 con los que cuenta el Ayuntamiento de Sevilla con un total de 22.659 asientos.
Muchos seguidores llegan a la ciudad hispalense vía Madrid y son difíciles de contabilizar, aunque las ocupaciones del AVE rondan el 86% y RENFE ha reforzado, además, su servicio con tres trenes chárter que suponen mil asientos más.
Conforme se acerque la hora del partido, las diez de la noche del próximo sábado, irán aumentando el movimiento económico en Sevilla en bares y restaurantes que se irán poblando de seguidores de ambos equipos en una ocupación que se prevé completa como en acontecimientos de esta índole que ha acogido Sevilla.
Además del centro de Sevilla, el día del partido habrá otras zonas en las que habrá gran concentración de aficionados de ambas aficiones, los valencianistas en una zona habilitada en el Parque del Alamillo próxima a La Cartuja, y los béticos en la ciudad y los aledaños del estadio Benito Villamarín.
Además de los casi 60.000 asistentes a La Cartuja, podrían sumarse otros 40.000 que verían el duelo en el Villamarín en una pantalla gigante instalada por el Betis, lo que convertirá al barrio de Heliópolis en otro centro de movimiento económico el día del partido como suele ocurrir en los duelos de Liga, aunque Mediaset, la compañía que tiene los derechos televisivos de la final, ha solicitado medidas cautelares a un juzgado para que no se ofrezca.
Ya ha ocurrido en esta temporada en sendos partidos de la Liga Europa entre Betis y Sevilla, con el Eintracht de Fráncfort alemán y West Ham United inglés, respectivamente, lo que hizo que en la ciudad sevillana se congregaran hasta seis mil aficionados de ambos equipos.
Sin embargo, la dimensión de una final de Copa del Rey y el hecho de que Sevilla sea habitualmente sede de acontecimientos deportivos de esta magnitud hacen que la cita del sábado se convierta en un importante revulsivo económico para los sectores hoteleros y hosteleros en una fecha ubicada entre la Semana Santa y la próximo Feria de Abril, también de importante repercusión económica.
El partido del sábado servirá también de ensayo para la próxima final de la Liga Europa que se jugará en el Ramón Sánchez Pizjuán el próximo 18 de mayo y que se prevé que también sea una factor de repercuta en el movimiento económico de Sevilla.
El Ayuntamiento de Sevilla ha puesto en marcha un dispositivo de refuerzo para garantizar la movilidad con líneas de autobuses adicionales hasta y desde La Cartuja, y 2.400 plazas más de aparcamiento para los vehículos privados, que no podrán acceder al estadio por haberse establecido un perímetro de seguridad. EFE
Carlos del Barco